Respeto a la tradición y al trabajo “bien hecho” conforman la filosofía de Viñedos y Bodegas de la Marquesa – Valserrano, una bodega familiar con más de un siglo de historia, caracterizada por la alta calidad de sus productos y el meticuloso cuidado de sus viñas, con una edad media de treinta años.
SUSANA FORMOSO | VINETUR.COM LUNES 30 DE MARZO DE 2015
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Una familia del vino. Así es como se definen a sí mismos desde Viñedos y Bodegas de la Marquesa, una empresa que ya ha llegado a la quinta generación de profesionales dedicados en cuerpo y alma a ofrecer los mejores vinos desde el corazón de La Rioja Alavesa.
La Bodega, propiedad de Juan Pablo De Simón y Milans de Bosch, bisnieto del fundador de la bodega, está ahora gestionada por sus tres hijos: Pablo, Jaime y María de Simón. Su principal objetivo es continuar con la filosofía del buen hacer vitivinícola de sus ancestros, pero siempre incorporando la tecnología y los avances necesarios para mejorar sus productos. Este relevo generacional permite la aportación de “nuevas ideas y enfoques actuales al negocio, pero siempre manteniendo los conceptos que se han seguido desde la fundación: familia, viñedos propios y respeto por la calidad y el trabajo bien hecho”, indica María de Simón.
Viñedos y Bodegas de la Marquesa cuenta con más de 65 hectáreas de viñedos, situados en su mayoría en el municipio de Villabuena. Su ubicación privilegiada, en soleadas laderas de la Sierra de Cantabria y orientadas hacia el curso del río Ebro, convierten sus viñedos –con una edad media de más de tres décadas- en la base perfecta para la producción de uva de gran calidad, caracterizada principalmente por las variedades de Tempranillo y Viura.
Aunque se siguen conservando varios de los elementos originales, en los últimos años se ha llevado a cabo una modernización de la bodega. Así, se ha ampliado el número de barricas de roble francés y americano, llegando a las 2.500. Fruto también de las remodelaciones y del estricto control en la elaboración de sus productos, Bodegas de la Marquesa cuenta desde 2004 con las Certificaciones ISO 9001 y BRC Global Standard Food.
Con una cuidada selección de las uvas en cada vendimia, en la actualidad, esta empresa familiar elabora hasta diez vinos diferentes. Entre los exponentes más recientes se encuentra Nico by Valserrano 2010, “un vino muy especial para nosotros porque lo hizo mi hermano Jaime en honor a su primer hijo, primer nieto y primer sobrino”, indica María de Simón. Valserrano Crianza es el producto de mayor fabricación, con una media de 250.000 botellas al año, seguido por Valserrano Reserva, Valserrano Blanco Fermentado en Barrica y Valserrano Gran Reserva.
Especial vínculo con sus orígenes tiene el Valserrano Finca Monteviejo. “Es un vino que procede de una sola viña, plantada en 1948, y en el que, por las características del suelo y la edad del viñedo, la uva adquiere su máxima personalidad y potencial”, explica María de Simón. Se completa el proceso con el reposo “durante 18 meses en barricas seleccionadas de roble francés, con tostados especiales que aportan al vino un carácter diferencial”. De esta joya de la viticultura se comercializan alrededor de unas 10.000-12.000 botellas.
Otra de las joyas de la bodega, es el Valserrano Blanco Gran Reserva, un gran vino blanco, de largo envejecimiento, elaborado con las variedades clásicas de Rioja y que cuenta con muy buenas puntuaciones en guías nacionales e internacionales.
Y por último tres vinos monovarietales que solo se embotellan en años en los que estas uvas “difíciles” alcanzan su máxima calidad. Mazuelo, Graciano y Garnacha.
La producción de Bodegas de la Marquesa se reparte a partes iguales entre el mercado interior y exterior. En el primer caso, “estamos presentes principalmente en el Norte de España”, mientras que en el segundo, los vinos de esta empresa llegan “a más de 21 países de Europa, Asia y América, con especial incidencia en Centro-Europa y Estados Unidos”. Un amplio mercado que sabe recompensar el trabajo bien hecho durante cinco generaciones.